Sánchez estalla con su equipo tras la pifia del debate y el rumbo de la campaña: «¡Me estáis hundiendo!»

No era el debate que Pedro Sánchez se esperaba. Ni el que sus asesores, con los que estuvo cuatro días encerrado en el Palacio de La Moncloa para prepararlo, le dijeron que tendría. Este martes, tras prácticamente no haber podido conciliar el sueño, el presidente ha estallado ante su equipo descargando contra ellos toda la responsabilidad. Incluso la suya, que él siempre niega tener. «¡Me estáis hundiendo!», les reprochó según un colaborador que viajaba en el avión. Ya tenía en sus manos algunas de las publicaciones de la prensa afín que le recordaba el mal papel que hizo.

La bronca se produjo en una de las salas de reuniones del avión más grande de las Fuerzas Armadas, camino de Vilnius (Lituania), donde viajó este martes junto a los ministros José Manuel Albares y Margarita Robles para participar en la cumbre de la OTAN. Junto a ellos se encontraba su asistente personal, Ana Manzano, una de las que el lunes le acompañó en Antena 3. De forma telemática también estuvieron hablando con el presidente su jefe de gabinete, Óscar López, y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Sánchez «aprovechó» gran parte del viaje para hablar por teléfono y videoconferencia, según las mismas fuentes.

Sin un director de campaña que asuma el control de toda la estrategia, dilucidando en la figura de varios colaboradores esta labor que tradicionalmente ejercía una única persona tras «el desastre» de debate que protagonizó el lunes, Sánchez no ha podido descargar toda su ira sobre una única persona. Así, ha optado por lanzar un mensaje al aire al alcance de varias de las personas que están en la sala de máquinas de los preparativos para la cita con las urnas. En estos casos cualquier error puede ser letal, y según ha afeado el propio Sánchez, en esa misma conversación con los suyos, «estamos cometiendo errores de principiantes».

Pero las del 23 de julio serán las quintas elecciones generales en las que Sánchez es candidato. Las primeras para su principal adversario, Alberto Núñez Feijóo, que ha estado encadenando mayorías absolutas durante prácticamente 13 años en Galicia. Ahí, según un asesor del secretario general del PSOE que participó en la documentación, reside uno de los errores estratégicos que cometió tanto en los preparativos del debate como en el mismo cara a cara. «Se buscaron muchos datos de la etapa de Feijóo en Galicia, pero no se visionaron sus intervenciones en otros debates», asegura. Y tal vez «pecamos de soberbia», reconoce.

Resignación y alivio

En las filas del PSOE, ya al borde de la medianoche del lunes al martes y tras apagarse las luces del estudio 14 de Atresmedia, se respiraba una sensación de resignación y alivio. Lo primero tras reconocer que el candidato del Partido Popular le había pasado por encima como una apisonadora a Pedro Sánchez. Lo segundo por el hecho de que Alberto Núñez Feijóo no hubiera aceptado los seis debates que, tras la convocatoria electoral, el líder socialista le había propuesto convencido de que le iba a ganar. Impulsado por sus apariciones en varios formatos audiovisuales de máxima audiencia y que le habían dado frutos. «Se vino muy arriba», explica un colaborador suyo.

Ganador

Tanto la opinión publicada en los medios de comunicación este miércoles como el sondeo flash realizado por Data10 para OKDIARIO coinciden en que hubo un claro ganador del debate: Alberto Núñez Feijóo. El 46,7% de los encuestados consideran que el líder popular se hizo con la victoria frente al 23,3% que opinan que fue el líder socialista el que se impuso al presidente del PP. El 21% de los encuestados, votantes de Vox y Sumar en su mayoría, opina que no ganó ninguno de los dos.